I NEED HOLIDAYS!
Era hora ya de salir de esta ciudad en la que paso el año, disfrutar (no sufrir) de los calores y... ¡si! ¡playa!
Con mi Aquibronz ya, por fin, en el cuerpo (ocho frascos de diez) y, por tanto, un tono más que aceptable, que se preparen las infraestructuras de mis destinos (si, en plural) vacacionales, porque voy a triunfar más que Soyaya en una fiesta de gangosos... perdón, personas con problemas en la dicción. Un beso, Soraya.
Un mes fuera va a ser, a la par que refrescante, predeciblemente duro, porque echaré de menos estar al día de los sucesos y novedades que me interesan, los blogs que visito a diario, etc, pero es necesario. El calor que emana el asfalto al caminar hacia la piscina de mi barrio, los manojos de pelos kilométricos, restos de maquillaje, pedrería y demás que me encuentro en la misma cuando me doy un chapuzón me lo exigen: tengo que abandonar la urbe, y hacerlo ya.
Esta misma noche tomo, bien acompañado, un tren con destino norteño, donde la humedad del ambiente y la brisa del mar consigan que recupere la vitalidad que desde días atrás vengo echando en falta (qué le voy a hacer, tomo Aquibronz, no Pharmaton). La desconexión, por supuesto, no será total, procuraré entrar y actualizar de manera breve.
EJEMPLO:
Con mi Aquibronz ya, por fin, en el cuerpo (ocho frascos de diez) y, por tanto, un tono más que aceptable, que se preparen las infraestructuras de mis destinos (si, en plural) vacacionales, porque voy a triunfar más que Soyaya en una fiesta de gangosos... perdón, personas con problemas en la dicción. Un beso, Soraya.
Un mes fuera va a ser, a la par que refrescante, predeciblemente duro, porque echaré de menos estar al día de los sucesos y novedades que me interesan, los blogs que visito a diario, etc, pero es necesario. El calor que emana el asfalto al caminar hacia la piscina de mi barrio, los manojos de pelos kilométricos, restos de maquillaje, pedrería y demás que me encuentro en la misma cuando me doy un chapuzón me lo exigen: tengo que abandonar la urbe, y hacerlo ya.
Esta misma noche tomo, bien acompañado, un tren con destino norteño, donde la humedad del ambiente y la brisa del mar consigan que recupere la vitalidad que desde días atrás vengo echando en falta (qué le voy a hacer, tomo Aquibronz, no Pharmaton). La desconexión, por supuesto, no será total, procuraré entrar y actualizar de manera breve.
EJEMPLO:
Hoy me he comido cinco Mágnum doble chocolate y en la piscina me confunden con
Jamie Foxx.
Aunque más que nada el motivo de buscar desesperadamente una conexión costera es enterarme de las audiencias de televisión, jenesaispop, leer a davidmo (también ya de vacaciones), seguir visitando a Patata por si vuelve de las suyas ...
Si tú estás de vacaciones, felicidades, si no lo estás y vives en Madrid ¡HUYE YA, no esperes más! Es mejor pasar la Navidad solo en esta ciudad que el mes de agosto, eso es lo último. Las llamadas telefónicas y mensajes multimedia playeros que no dejas de recibir son terribles y tu cabreo aumenta de manera directamente proporcional a la temperatura. ¡Haz lo que sea, pero vete! Fíjate que ni siquiera está ya en Madrid la gente que te empuja en el metro, no se queda ni Rita, como te lo digo te lo cuento.
Quedarse en casa tampoco es una buena solución, la televisión en verano es un veneno: yo mismo me estaba enganchando a "Yo soy Bea"... creo que si llego a quedarme aquí unos días más entraría en una peligrosa transformación camino a ser fan de "Rebelde" y "Libertad vigilada".
Hasta pronto y... ¡feliz agosto!
posted by bernardopajares @ 6:58 p. m.
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